Yo confieso que cuando era joven quise a un hombre
que no se casó conmigo porque no tenía fortuna,
y que a pesar de todo aún ruego por sentir sus labios,
que no se casó conmigo porque no tenía fortuna,
y que a pesar de todo aún ruego por sentir sus labios,
y sigo siendo sólo suya en la eternidad
Yo confieso que me convertí en lo que soy,
que cambié el amor mundano por supremacía de poder
y que tengo a muchos en lugar de entregarme a uno solo
Yo confieso que para mí no existe otra manera,
que mi madre me enseñó otro tipo de vida,
a la que me resistí al principio pero aprendí a admirar de lejos
a la que me resistí al principio pero aprendí a admirar de lejos
si hubiese hecho caso hubiese vivido de otra manera,
como muchas pendiente de los caprichos del esposo,
y mis días serían eternos, vagos y mezquinos
como muchas pendiente de los caprichos del esposo,
y mis días serían eternos, vagos y mezquinos
Yo confieso que todos los que llegan hasta aquí,
ansián con demasía todo lo que yo les doy,
pero no soportan ver a una mujer con tanto poder.
Por último, confieso que lamento no hallar otro camino ante mí,
mas con orgullo no me arrepiento de mi vida